Lamentablemente, el síndrome de dilatación-torsión gástrica en perros es un problema muy frecuente en la clínica veterinaria en Fuerteventura. Aquí te explicaremos de qué se trata esta enfermedad, cuáles son sus causas, sus síntomas, cómo podemos evitarlo y qué tratamiento seguimos ante un caso de torsión gástrica.
El síndrome de dilatación-torsión gástrica es una enfermedad grave frecuente en nuestros perros. Se da como consecuencia de la dilatación del estómago debida a la excesiva acumulación de gases, líquidos y alimentos que el animal no consigue descargar. Los ligamentos que aguantan el estómago no pueden entonces aguantar esta dilatación y sufren una torsión sobre sí mismos.
A nuestra clínica veterinaria en Fuerteventura nos llegan con frecuencia perros con síntomas que incluyen: vómitos y náuseas, ansiedad, inquietud, salivación excesiva, abdomen dilatado, problemas para respirar, debilidad, depresión o falta de apetito. Aunque las causas de esta enfermedad no están claras, algunas se conoce que son una ingesta de alimentos y líquidos en exceso, el estrés o un pariente con historial de dilatación-torsión gástrica.
Cuando tiene lugar este problema, el perro intenta por todos los medios evacuar el contenido de su estómago, que gira sobre sí mismo y obstruye sus conexiones con el esófago y el intestino. Al producirse este fenómeno, las arterias, venas y vasos sanguíneos del estómago se comprimen dejando de bombear sangre y algunos órganos dejan de funcionar. Esta enfermedad es más frecuente en perros de razas grandes y si no se trata a tiempo puede provocar una mortalidad del cien por cien.
Desde Species Veterinaria - Clínica recomendamos traer el perro al veterinario al observar los primeros síntomas, procurando manejarlo con cuidado y sin movimientos bruscos. Una vez aquí, nuestro equipo de profesionales le realizará una radiografía del estómago y le administraremos fluidos y antibióticos, intentando siempre vaciar el contenido del estómago.